21/11/11

ANTES... DURANTE... DESPUÉS

Han pasado  días... y me regalé el espacio para comentar sobre todo este tiempo que se ha hecho infinito, sincrónico, esclarecedor… sencillamente completo.
No suelo escribir casi… pero procuro leer a otros que a través de sus palabras describen lo que estoy sintiendo y me regocijo en silencio con sus experiencias, en especial cuando me redescubro a través de las mismas.
Esta vez no he leído aún ningún compartir del 11.11 hasta terminar de escribir este post… después de que publique lo que está surgiendo los leeré.

ANTES.
Todas las semanas de los "ritos de pasaje" (ejercicios muy hermosos que compartimos un grupo de personas antes del 11.11.11) fueron muy intensas. Estuve muy atenta a todos los audios de apoyo, pero más que eso, estuve muy atenta a los CAMBIOS SUTILES en el día a día que “ajustaron” aceleradamente (hasta ahora me doy cuenta) muchísimas situaciones de toda índole en mi cuerpo físico, en mi hogar y en mi entorno.
Lo más llamativo para mí fue que escuchaba los audios de los ritos de pasaje, con una entrega absoluta, SOLAMENTE EL PRIMER DÍA, después del estreno (por así decirlo) de cada rito de pasaje, no quería escucharlos más…igual me sucedió con apoyos de diversas meditaciones.
Con los primeros me cuestioné a mí misma por ese sentir, me juzgué y hasta pensé que con mayor esfuerzo TENÍA QUE escucharlos, pues me estaba (supuestamente) "autosaboteando" esta grandiosa oportunidad… pero entonces sucedió algo hermoso y mágico, como una especie de revelación: lo importante era la INTENCIÓN y la CONEXIÓN profunda, muy profunda con la certeza de unidad y la labor de servicio planetario que se estaba realizando en conciencia grupal… así que me entregué por completo a entrar en mi corazón… en el silencio sagrado de mi corazón… y desde allí todo el proceso continuó siendo guiado… sincrónico… en profunda paz.
Con los días de lluvia intensa y tormentas que habíamos estado experimentando en mi zona pensaba que el 11 de noviembre lo recibiría en casa, a solas… sin intentar trasladarme a otros lugares. Recibí muchas invitaciones para diversas meditaciones grupales en la ciudad de Mérida… pero mi sentir me pedía permanecer en contacto con la naturaleza. La conexión a internet seguía con sus fallas de siempre y hasta se estaban presentando fallas un poco más severas, motivo por el cual me desligué también de toda esa inundación extrema de información sobre el 11.11.11 dedicándome a escuchar solamente a mi corazón… guardando espacios de profundo silencio interior… conectándome con la voz interior en momentos especiales “no planificados” en diferentes horarios del día y en las madrugadas.
Agradecí tanto vivir sin horarios, fuera de la ciudad… con estas actividades que me mantienen al servicio de estas “señales” sin limitaciones de tiempo, lugares u horarios…¡Inmensa bendición!!!.
La tarde del 10 recibí una llamada… unas amigas querían compartir el viernes 11 conmigo en mi casa. Todas se iban a “escapar” de sus respectivos trabajos para acercarse hasta aquí… así que todo este movimiento de energía maravillosa decidió y me entregué de nuevo.

DURANTE.
El 11 me levanté de madrugada y surgió la primera conexión… la montaña estaba hermosa al amanecer… el jardín y el día estuvieron plateados y dorados durante todo el día: así se respiraba, así lucía la montaña, así brillaban los árboles y el cielo… cruzaron migraciones de diversos pájaros en inmensas bandadas sobre el espacio entre las lomas adyacentes y los picos más altos de las montañas. Las flores tenían tanta energía que no había necesidad de extender las manos para sentirlas… tan solo el caminar al lado de cada planta ya permitía definir de modo ampliado lo que cada una estaba transmitiendo. El grupo llegó alrededor de las 10:30 de la mañana… estuvimos, después de relajarnos profundamente y conectarnos con TODO desde nuestros corazones… hasta pasadas las 12 del mediodía en profundo estado de paz y en silencio… Todas teníamos al alcance de nuestras manos lápiz y papel… Esto surgió durante esos momentos:

“Me siento inmensamente bendecida con oleadas de paz. La energía alrededor de mi cabeza y en mi columna es muy intensa y amorosa. El pecho se me expande y siento mi corazón inmenso. Hay felicidad y paz crecientes dentro de mí… Todo está Bien. Todo es Dios… Dios está presente e inequívoco en cada átomo dentro y fuera de mí… Cómo es arriba es abajo… como es adentro es afuera…” 

Tuve el impulso irrefrenable de colocar mis manos sobre el pecho de cada una de las personas presentes… también en sus cuellos, frentes, cabezas… Todo el día experimenté la inmensa y sutil conexión desde mi corazón… alrededor mío… en la infinitud de detalles que ha venido regalando la naturaleza alrededor de mi hogar…


DESPUÉS.
Los dos días siguientes (y continúa siendo así) los he percibido con ajustes… alternancia entre descanso y actividad… Durante el primer fin de semana en verdad que solo quería mover mi cuerpo físico lo mínimo indispensable… pero igual hubo una reunión con los vecinos de mi comunidad… y todas las “señales”…”percepciones”…”intuiciones” se han ido incrementando con mayor fuerza y sutileza… El sábado cayó una inmensa tormenta y se llevó por delante el dique que surte agua potable a 9 comunidades vecinas (entre ellas la mía)… pero en la tarde, antes de la tormenta, sentí el impulso irrefrenable de colocar bajo la canal que recoge el agua de lluvia en mi patio, dos “poncheras” (así le decimos en Venezuela a los envases plásticos muy grandes) que se llenaron completamente durante la tormenta… ya no cuestiono esas “órdenes” o “revelaciones” internas… simplemente las cumplo… El depósito de agua en mi casa (tanque) estaba lleno… y con el agua de lluvia que recogí tuve agua en abundancia durante los 5 días que permanecimos sin el suministro en la comunidad…
Todo ese sentir ha estado presente desde antes… pero tengo la certeza de que ALGO CAMBIÓ definitivamente… y ahora todas esas respuestas, sugerencias, guías... se han hecho más notorias para mí. Durante todos estos días se ha acrecentado también el requerimiento de mantenerme aquí en profundo contacto con la naturaleza y con la paz de mi hogar… alejada de la ciudad. Si desde antes “algo interno” me indicaba que el tiempo de los “talleres, cursos, seminarios…etc…” (muy especialmente los que ofrecen otras personas) había culminado… ahora es una infinita certeza…
Siento respuestas… miro respuestas, desde antes incluso de formularlas… Llevo semanas entregada a esta apertura y recepción de revelaciones y claridad… y todo, absolutamente todo, lo que he ido necesitando para cubrir mi vida cotidiana simplemente ha ido apareciendo en sus justos momentos…
Puedo mirarme a mí misma en plenitud y recorrer momentos pasados y presentes con profundo amor… sin críticas, sin juicios… Siento mi hogar CONSAGRADO… es la única expresión que encuentro para intentar explicarlo.
Me siento más afortunada y más agradecida que antes por tener como único “jefe” a la voluntad divina en mi vida. Los pacientes que han acudido estos últimos días han sentido conexiones muy profundas durante las consultas… La conexión con las flores se ha intensificado tan profundamente también que para compartir todo lo que me ha estado llegando y todo lo que he estado experimentando tendría que escribir un libro…
También algo en mí sabe que el 11.11.11 en sí mismo fue un día como cualquier otro… la diferencia fue la intención y conciencia grupal de todos los seres unificados… eso fue lo que determinó la diferencia, pues en el universo los cambios no los determina una fecha humana sino tan solo el momento en el cual estamos listos.



Todo está aquí y allá… igual pero diferente… más auténtico… más presente… más intenso… más real!!!

2/7/11

AMAR Y RESPETAR AL PLANETA




                                                                                   

Muchos de nosotros expresamos amar la naturaleza y amar al planeta. Pero este amor, respeto y reconocimiento empieza realmente por casa. Es en los pequeños detalles de nuestra rutina diaria que comenzamos de verdad y mantenemos el cuidado por nuestro hermoso planeta.
Madre Tierra nos regala su sostén, vivimos sobre ella, nos regala sus frutos… si, nos lo regala pues de ella brota, aunque luego nosotros utilicemos a los intermediarios y paguemos por llevarlos a nuestras casas. Madre Tierra calma nuestra sed, nos lava… nos proporciona aire puro… nos cobija.
Madre Tierra es nuestro hogar colectivo.
Iniciemos por regresarle a Madre Tierra parte de lo que ella nos da tan generosamente con el simple hábito de recolectar todas las sobras de nuestros alimentos: cáscaras de frutas, tubérculos, verduras… los restos de las hortalizas… las sobras de nuestras comidas. En lo personal suelo mantener en mi cocina, al lado del fregadero, un envase con tapa en donde coloco TODO lo que va surgiendo como desperdicio mientras cocino. Esta recolección diaria luego la destino a un espacio en mi jardín, allí se convierte en un abono estupendo para las plantas. Sé que muchos pensarán y dirán que no tienen jardín y que por lo tanto no pueden acumular los sobrantes orgánicos producidos en la cocina. ¿Saben qué?... no siempre viví en un espacio con jardín… también viví en un apartamento, en un quinto piso y desde ese entonces realizaba esta práctica. ¿Cómo? abría agujeritos en latas vacías de leche y colocaba en el fondo un poquito de aserrín o arena, obtenía bolsas de tierra en los viveros y las almacenaba en un rinconcito del lavandero para agregarle cada noche una capita de tierra por encima de los desperdicios de la cocina y nunca tuve malos olores, ni moscas, ni ningún tipo de malestar en relación a eso. Luego conseguí un envase más grande, de esos que se utilizan para la basura, con tapa, y también lo agujereé por los lados e inicié el proceso con la capa absorbente de tierra, o arena, o aserrín en el fondo. Con estos pequeños envases obtenemos abono o compost de excelente calidad en muy poco tiempo y aunque vivamos en edificios, este abono nos permite disfrutar de unas plantas de interior muy hermosas y hasta de la posibilidad de cultivar un mini huerto en macetas, o cultivar hierbas aromáticas que luego enriquecen nuestra cocina. Este es un modo sencillo de REGRESARLE A LA MADRE TIERRA parte de lo que ella nos entrega a través de una relación recíproca diaria.
Algunas escuelas ya cuentan con programas de reciclaje y huertos escolares, así que también podríamos llevar de nuestras cocinas y hogares todos estos sobrantes para alimentar sus aboneras o composteros diariamente y enseñar a nuestros hijos, desde muy pequeños, el amor por la tierra.
Disponer con conciencia de nuestros desperdicios es AMOR EN ACCIÓN y no solo palabras.



Muchos de los seres humanos, han elegido vivir en selvas de concreto, con muy poco o cero contacto con la tierra, los árboles, las flores, las briznas de hierba… eso ha ido desconectando a la raza humana de la calidez del contacto con la naturaleza y sus maravillas. Es por medio de prácticas muy sencillas que nos reconectamos de nuevo: caminar conscientes y agradecidos de hacerlo sobre la superficie del planeta, plasmando UN BESO A LA TIERRA con cada paso que damos, llena el corazón de una sensación equilibrada de conexión… y esa maravilla de reconexión con nuestro planeta abre las puertas para que más pronto que lejos vivamos en lugares más armónicos, con mayores espacios, con aire más puro, con más paisaje alrededor.
Cabría también preguntarnos acerca de las actividades que realizamos para obtener el sustento diario. ¿El oficio, comercio, trabajo o actividad que realizamos está en equilibrio con el cuidado del planeta?... o en su defecto ¿contribuye a contaminar a nuestra amada Madre Tierra?... En este camino de despertar ya no nos es posible continuar sumergidos en la ignorancia y excusarnos detrás de un salario para continuar sosteniendo acciones que nos perjudiquen a todos, pues toda labor que contamina y daña al planeta perjudica a toda la vida en todas partes y, en cuanto nos damos cuenta de ello, ya no es viable continuar apoyando con nuestro trabajo diario a aquello que nos dañe a todos. Dejemos el temor y asumamos otras actividades. Miremos a nuestro alrededor y busquemos a otras personas que también quieran independizarse de toda actividad dañina. Iniciemos negocios, empresas y comercios coherentes con el cuidado amoroso al planeta, pues simplemente se traduciría en el cuidado amoroso por nosotros mismos también.
¡Hoy me atrevo a dejar atrás vanidades y “necesidades” superfluas y dañinas para el planeta y para la vida!... ¡Hoy asumo la valentía de velar por un planeta limpio, con aire y agua puros!...¡Hoy me atrevo a decidir vivir en un lugar más digno y en mayor contacto con la naturaleza!... Y doy gracias a Dios por ello!
¿Qué productos de limpieza utilizas?... ¿Tienes idea de lo altamente contaminantes que suelen ser la mayoría de estos productos?... Por favor infórmate, lee los paquetes y los envases pues algunos de ellos tienen en su información la buena noticia de ser BIODEGRADABLES… así que escógelos por encima de las demás ofertas. ¡Evita producir más basura por favor!...o, al menos disminuye al máximo la que ya produces. Lleva tus propias bolsas al mercado. Siente, en todo momento, que con la autoridad que te da la preservación del planeta puedes pedirle, muy amablemente, a alguien que veas botando basura en la calle, que utilice las papeleras o lugares adecuados para ello, hazlo con amor para que te escuchen.
Si el lugar en el cual vives lo permite, utiliza lo menos posible tu automóvil.
Si tus finanzas lo permiten, remodela lo antes posible tu vivienda  adaptando e incorporando energías alternativas no contaminantes: investiga, infórmate sobre esto!...
Bendice los bienes que todos recibimos de la Madre Tierra y agradece con tu día a día.

12/6/11

AYUDANDO AL PLANETA


¿Qué puedo hacer hoy por mí, por la gente que me rodea… por el planeta?
Esa es la pregunta que me hago cada mañana de cada día.
He descubierto que las respuestas se encuentran en diversos niveles de accionar, pensar y sentir.
Lo primero AGRADECER ¡Si! … por la vida, por el nuevo día, porque estamos respirando y tenemos por delante un día nuevo completito para escribir y protagonizar nuestra historia cotidiana de estreno.
Agradecer por el aire que respiramos y pedir a la Divinidad que ese aire se purifique cada vez más.
Agradecer por el agua que nos lava la cara y las manos, por la que tomamos y nos hidrata, por la que nos sirve para la limpieza diaria y utilizamos para cocinar… y pedirle a la Divinidad que se purifique cada vez más.
Agradecer por la LUZ del día que nos alumbra las horas y que a través del Sol contribuye a toda la vida.
Agradecer por el alimento que cada día nos sustenta pidiendo a la Divinidad que todos los seres reciban su parte HOY.
Pensar bonito es sentir bonito… simple… sencillo y de corazón.
Esto nos va limpiando de todo lastre y complicación.
Agradecer también por todas las personas que nos acompañan en casa, en el trabajo… Decir buenos días con palabras o con una radiante sonrisa.
Bendecir desde el corazón toda situación y persona que se nos presente este día.
Realizar nuestras tareas diarias con dedicación, cuidado y cariño.
Recordar reciclar e informarnos de las mejores formas de ahorrar agua y energía. Muchas veces creemos que estamos colaborando con un mundo mejor pero nuestros hábitos diarios no son los más adecuados para un planeta limpio y descontaminado.
Todo lo que pensamos, sentimos, decimos y hacemos afecta a todos, estemos o no conscientes de que es así. Por eso, permanecer atentos a lo que despedimos, comunicamos e intercambiamos es tan importante.
Construir un hermoso espacio en el cual vivir depende de nosotros!
No te olvides de orar, meditar… entrar a un espacio interior de silencio interior para recibir a Dios cada día… y desde allí expandir el Amor Divino recibido a todo lo que nos rodea.
FELIZ DÍA DE CADA DÍA